sábado, 19 de marzo de 2011

El lago de los patos



“En el lago de los patos, donde el cuerpo descansa y la mente viaja y viaja y viaja con su maletín, en su tren de última generación que funciona a base de THC”


Teníamos que acabar la misión “Bienvenidos A La Jungla”, estábamos entusiasmados con la idea y no era para menos derrochábamos buen humor y cierta empatía hacia los helados, el chocolate, las mujeres, el alcohol, los amigos, sexo, y Rock & Drugs, que cada uno se auto aniquile a su manera pero mientras tanto había que tener cuidado con el coche caza yonkis que se alojaba en algún rincón de esta apestosa jungla de universidad.

Cuak, cuak!, ya se escuchaban los patos del lago, eso es que pronto habrían problemas evitamos el coche patrulla, la mirada de los patos y el “rugir” de los sapos, pero no evitamos entrar en estado de paranoia y aunque no lo consiguiéramos y me equivocara teníamos en nuestro poder el medio para conseguir lo. Explicado esto ya no es necesario derrochar más palabras, las victimas serían vuestros ojos y vuestra paciencia y hoy me siento inspirado, paz y amor. Pero el enemigo no descansaba, un equipo de ametralladoras MG enviaba fuego cruzado hacia nuestra dirección, de fondo sonaba Halo de “Machine Head”, apenas conseguíamos evitar las bombas y algún que otro cabrón nazi se interponía en nuestro camino, si no me equivoco el tipo que está a mi lado le dio las buenas noches con una ración de: “traga plomo escoria infernal”, y el otro usaba su detector de caza yonkis para averiguar desde dónde nos atacaba el enemigo, la sangre fluía por el aire, el calor que desprendían las explosiones de las granadas abrasaba mis ojos y estaba acabando con una preciosa noche de luna llena o casi entera, me pitaban los oídos y mis camaradas sufrían alguna que otra herida de guerra, no sé muy bien que coño estaba pasando pero no quería estar mas en aquel lugar.

Corrimos hasta la salida con el demonio pisándonos los talones, escapamos por poco, aquel infierno sería un vago recuerdo, pero un recuerdo que podría durar siglos o incluso hasta la próxima semana, nunca se sabe.

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